lunes, 26 de septiembre de 2022

El sinsentido de la política actual

 

EL SINSENTIDO DE LA POLÍTICA ACTUAL


No malinterpretéis el título de esta entrada. La política siempre ha sido un espacio donde los juegos sucios, las puñaladas traperas, los intereses enfrentados que acaban en la disolución de agrupaciones políticas de toda clase, los intereses políticos se anteponen a la seguridad ciudadana y los trepas gilipollas que aprovechan la mínima para largar a los jefes de agrupación de una patada en el culo, pese a que ellos mismos son tan inútiles que poseen sus actuales cargos por enchufe de dichos jefes, campaban a sus anchas.

Lo que ocurre es que antes, al menos, trataban de transmitir una imagen de seriedad de cara al público, pese a que de puertas para dentro esa seriedad brillase por su ausencia. Ahora NI DE PUTA COÑA. Ahora mismo, la política, ya no solo a nivel español sino a nivel mundial, es todo un circo allá donde miréis. Políticos que incumplen sus programas electorales de forma constante y reiterada sin que haya la más mínima crítica por parte de sus votantes más acérrimos, espectáculos circenses en las cámaras legislativas (como las salidas de tono de Pedro Sánchez o aquella infame transmisión en directo donde un diputado argentino en plena sesión se puso a besar las mamellas de su mujer como si el Congreso fuese una puta habitación de hotel), o incluso guerras en las cuales el presidente de turno pide exclusivamente armas (caso de Volodímir Zelenski en Ucrania) para seguir echando sal a la herida.

En serio, los episodios de Zelenski pidiendo armas a la comunidad internacional son aún más lamentables que los típicos babosos que pierden su tiempo esperando que una pava en Twitch cuyo mayor mérito es tener unas tetas más grandes que la catedral de Notre Dame y saber marcarlas bien ante una cámara les dedique cinco segundos de transmisión jo jo jo.

Incluso son capaces de matar su tiempo viéndolas dormir plácidamente jo jo jo.

Pero, volviendo al tema en cuestión, los políticos actuales son gilipollas. O son mala gente o son gilipollas, o tal vez un poco de ambas cosas. Estas actitudes suyas nos hacen preguntarnos: ¿para qué sirve la política actualmente?

No me malinterpretéis. Pienso que la política es necesaria en todas las sociedades, ya que ésta surge de las propias relaciones entre seres humanos que conviven en una misma sociedad y ésta como concepto no se encuentra representada por quienes la ejercen, que serían los actores políticos. Los que han convertido a la forma actual de hacer política en un sinsentido han sido los propios actores políticos que dirigen nuestro mundo actualmente.

Pero, ¿por qué sucede esto?

Se me ocurren dos motivos fundamentales.

El primero de todos ellos es la falta de cultura política de la gente en nuestra sociedad. Tenemos que entender que en el mundo occidental la inmensa mayoría de los regímenes políticos son democracias. Esto implica que los ciudadanos, aunque no tengan un control absoluto sobre la acción de los políticos, pueden decidir el devenir de la política mediante el voto. Con lo cual, tienen cierta responsabilidad sobre los representantes políticos a los cuales eligen. 

Incluso en las democracias representativas donde la distancia entre ciudadano y político es mayor esto es así, y lo sabéis.

El segundo es que los partidos políticos, y por tanto los políticos que los conforman guían sus programas por la ideología y no por el pragmatismo. No existe pragmatismo en la clase política y eso tiende a desencadenar auténticas desgracias y chapuzas.

Para poneros un ejemplo, el hecho de que un partido político rechace una propuesta o serie de propuestas por no adecuarse a su ideología, aunque tengan una mayor efectividad que las que ellos defienden, es más frecuente de lo que pensáis.

Con VOX pasa constantemente. Solo hay que ver las reacciones furibundas de los diputados de la bancada izquierdista cuando se habla de derogar la Ley Integral de Violencia de Género. Es más, por muchas diferencias que pueda tener con la formación verde, este precisamente me parece uno de los puntos más loables de su programa.

Es más, el resto de partidos políticos, especialmente los del centroderecha que apoyan estas leyes de forma tácita, me parecen bastante cobardes cuando se trata este tema.

No son capaces de reconocer que una ley que discrimina a la mitad de la población española (algún día escribiré una entrada para extenderme en este punto) es una puta mierda de ley que debería de estar más superada que la Edad de Piedra.

Pero no, algunos partidos hasta parecen hacerse pajas con esta basura de ley que, aparte de modificar el Código Penal tendenciosamente para que las penas hacia los hombres por delitos de maltrato sean superiores a las de las mujeres y de establecer una inmensa red de ayudas y beneficios legales para mujeres maltratadas de la cual las víctimas masculinas no se podrán beneficiar, así como de establecer como causa única de la violencia de hombres hacia mujeres en el ámbito de la pareja al machismo, descartando de pleno otras posibles causas, no ha conseguido NINGUNA PUTA DISMINUCIÓN DE LOS ASESINATOS DE MUJERES.

En serio, si miráis la media de mujeres que resultaban asesinadas entre 1999 y 2004 por sus parejas o exparejas en España y la media de mujeres que resultaban asesinadas de 2004 en adelante, veréis que en el primer caso la cifra media es de 60, mientras que en el segundo caso la cifra es de... ¡59!

A todo esto, yo me pregunto:

PEDAZO DE GILIPOLLAS CON DISMINUCIÓN DE MASA CEREBRAL, ¿CÓMO COJONES PUEDES SOSTENER EN TU CABEZA LA IDEA DE PROTEGER A LAS MUJERES Y AL MISMO TIEMPO MANTENER UNA LEY INEFICIENTE QUE, APARTE DE DISCRIMINAR A LOS HOMBRES, HA DEMOSTRADO EMPÍRICAMENTE NO FUNCIONAR PARA DISMINUIR LA TASA DE MUJERES ASESINADAS? ¿ERES TONTO O PEINAS CALVOS?

Lo siento por las formas, pero esto es Política Enfurecida. Aquí las cosas se dicen bien claras. Quienes entréis aquí tenéis que entrar sabiendo que vais a encontrar muchos tacos, malas palabras, humor negro y críticas hacia TODOS los partidos políticos.

Esto último lo digo para que no me vengáis llorando a los comentarios porque me he metido con vuestro partido político favorito. Aunque, siendo sinceros, sé que lo haréis igualmente. Pero hago esto porque, como dice el dicho, quien avisa no es traidor.

Pero, volviendo al tema en cuestión, se me hace impresionante cómo los políticos anteponen la ideología al pragmatismo.

Para poneros otro ejemplo, en economía tanto izquierdas como derechas suelen tener sus propuestas bien definidas. Mientras que la izquierda suele tirar más por medidas económicas destinadas a aumentar la presencia del sector público, la derecha tiende a hacer lo propio con el sector privado.

Aunque ojo, esto no es algo absoluto. Podéis encontrar partidos conservadores bastante estatistas en lo económico. Así como partidos conservadores que apoyen un proteccionismo impulsado por el Estado para fomentar el producto nacional.

El caso es que es frecuente que izquierdas y derechas se acusen mutuamente en este apartado de querer matar de hambre a la población. Mientras que la derecha tiende a argumentar que las medidas económicas de la izquierda tienden a causar ruina económica a largo plazo (y no sin motivos, a mi parecer), la izquierda acusa a la derecha de no preocuparse por los trabajadores y de mirar únicamente por las empresas.

Aquí he de decir que estoy en un punto intermedio.

Me explico. Si bien es cierto que los poderes privados pueden ser abusivos si no existe cierto control sobre ellos (prueba de ello es que los mayores crímenes contra la humanidad por parte de empresas se dan en Estados o regiones del mundo con escasas regulaciones laborales), lo cierto es que si no existe un sector privado, gran parte del mercado laboral se resquebraja.

¿Y por qué digo esto? Porque en caso de no existir el sector privado, los trabajadores tendrían sí o sí que trabajar para el Estado, lo cual convertiría al funcionariado en la única alternativa laboral posible.

Por tanto, el sector privado es necesario para lograr un equilibrio entre el funcionariado y el resto de profesiones que no necesariamente necesitan estar administradas por el Estado para funcionar (como puede ser el caso de la administración de empresas o de las compañías tecnológicas o científicas, por ejemplo).

En resumen: necesitas de un cierto equilibrio entre Estado y empresas privadas para que la economía nacional funcione. Resulta mucho más productivo ofrecer incentivos al sector privado para quedarse en el país que amenazar a las empresas que quieran llevarse la sede a otro país, ya que de esta manera únicamente agilizas su deslocalización (en caso de tratarse de multinacionales de gran envergadura que se lo puedan permitir).

Sin embargo, ahí tienes a los típicos políticos que han cosechado una suculenta trayectoria a base de fumar porros en la universidad y tomarse demasiado en serio al barbudo alemán comunista diciéndote que lo mejor es expropiar y subir los impuestos a los ricos y bla bla bla.

Cuando la realidad es que las expropiaciones solo resultan efectivas si el Estado realiza algo productivo con la empresa expropiada después de tal expropiación. Es decir, que trate de afectar su producción lo menos posible y, a ser posible, incentivarla.

Para que me entendáis, Hugo Chávez en Venezuela hizo justamente lo contrario (dejar totalmente abandonadas las compañías que expropió), y el desastre fue mayúsculo.

Además, el muy gilipollas hizo a Venezuela totalmente dependiente del petróleo, a diferencia de Noruega que, si bien empezó a crecer gracias a los yacimientos de petróleo que descubrieron en el Mar del Norte, también fomentaron el desarrollo de su industria, lo que les permitió un crecimiento que les ha hecho llegar a ser uno de los países con mayor calidad de vida del mundo actual.

Pero en fin, dejemos de hablar de Hugo Chávez, que es el tipo de político que más tambalea mis creencias democráticas y pacíficas por motivos que no revelaré, a riesgo de ser censurado.

Respecto a los impuestos a las grandes fortunas, está claro que son una absoluta gilipollez.

Los ricos tienen sus formas de ahorrarse la mayor cantidad de dinero posible, ya que suelen tener equipos de asesores legales que les recomiendan salvoconductos para pagar lo menos posible en impuestos dentro de los cauces legales.

Aparte, nadie tiene derecho a sablearte de forma específica por el hecho de tener una fortuna superior a la del grueso de la población. Cada vez que la redistribución de la riqueza ha sido puesta en práctica, los resultados han sido desastrosos, ya que los comerciantes y empresarios no tenían los incentivos económicos necesarios para producir (como se documentó que ocurría en la URSS).

Por no decir que en España ya pagamos suficientes impuestos. Tenemos más de 30 tipos impositivos distintos, y la cifra varía dependiendo de la Comunidad Autónoma (lo cual también crea una desigualdad fiscal entre diferentes zonas de la geografía nacional que acaban yendo en detrimento del crecimiento económico general).

Y yo os pregunto a los que pensáis así: ¿de verdad pensáis que subir impuestos va a funcionaros siempre como solución a los problemas de recaudación?

Una mayor recaudación se obtiene no únicamente mediante los impuestos, sino que también puede obtenerse mediante un uso responsable del erario público y la generación de ingresos que repercutan a la economía nacional.

Dependiendo de la hostelería y el turismo como principales fuentes de ingresos económicos estamos lejos de impulsar de forma efectiva la economía nacional.

Más bien nos convierte en el bar de birras de Europa.

Esto ha sido una consecuencia de las reformas industriales que aplicó Felipe González en España durante la década de los 80 para que nuestro país pudiese entrar en la Unión Europea.

¿Y en qué consistieron tales reformas?

Tales reformas consistieron, sobre todo, en la retirada de buena parte de la industria pesada en España. Industria que estaba generando unos buenos niveles de ingresos, ya que hasta el momento España se mantenía entre las primeras economías del mundo (aunque tampoco debemos obviar la ayuda recibida por parte de Estados Unidos a partir de la década de 1950).

El caso es que estas reformas nos harían depender progresivamente del turismo y la hostelería, lo que nos pasaría factura durante la pandemia, ya que estos dos sectores se desplomaron al aplicarse las tan conocidas restricciones, especialmente durante el confinamiento.

Asimismo, también podríamos hablar del desastre que supusieron las cumbres climáticas en las que pudimos ver políticos contaminando más que cualquier ciudadano promedio (incluyendo al inútil de nuestro presidente Sanchinflas).

En serio, es como si yo hiciese anuncios constantes promoviendo una dieta sana y equilibrada mientras me alimento a base de comida basura del McDonald's y bollería industrial repleta de mierdas químicas que podrían matar a un elefante en cuestión de segundos.

Más rápido incluso que nuestro rey emérito Juan Carlos I jo jo jo.

Son estos ejemplos y tantos otros los que me hacen pensar que la política actualmente no es más que un puto espectáculo para gente con deficiencias neuronales. 

En próximas entradas os hablaré de nuevos ejemplos de este circo político en el cual tenemos la desgracia de estar inmersos.

Mientras tanto, conformaos con esta primera entrada introductoria en los contenidos de este blog.

Feliz politiqueo, cabrones.

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