viernes, 30 de septiembre de 2022

Prostitución e hipocresía política

 PROSTITUCIÓN E HIPOCRESÍA POLÍTICA


El título lo dice todo.

Uno de los debates más frecuentemente abiertos en nuestra esfera política, debido a la insistencia del PSOE con el temita, es el de la situación de la prostitución en España. Un debate que me toca los cojones por la cantidad de datos falsos, falacias y demagogia barata que se vierten.

Un debate que suele servir de coartada a los carcas tipo Ned Flanders de toda la vida para ir de "progresistas" y de que se preocupan por las mujeres mientras, paradójicamente, limitan su libertad de decidir introducirse en un determinado tipo de TRABAJO (remarco esto porque la prostitución sí que es un trabajo, por mucho que los marxistas se empeñen en decir que no), solo porque no les parece moralmente adecuado.

El objetivo de esta entrada no es otro que el de plantear mi punto de vista sobre la prostitución de una forma racional y el de exponer la hipocresía de ciertos representantes políticos respecto a este tema (apartado en el cual el PSOE cobrará un especial protagonismo).

Así que, esclarecido el objetivo principal de esta entrada, démosle caña al asunto.

En el programa electoral del PSOE, tiene su gracia observar que uno de los puntos consiste precisamente en abolir la prostitución.

Vamos, que tenemos al partido que se fue de putas con el dinero de los parados andaluces queriendo abolir la prostitución.

Ni los hermanos Marx habrían podido crear una comedia tan retorcida y a la vez tan hilarante.

Joder.

El caso es que el PSOE presentó una proposición de ley para perseguir la prostitución multando a los clientes de ésta.

Esta proposición de ley fue respaldada por el PP (el otro partido altamente corrupto del panorama político español) el día 7 de junio, y provocó una fuerte división dentro de Unidas Podemos.

El debate parlamentario en torno a esta cuestión es más que considerable. Lo que me extraña, sinceramente, es que VOX aún parezca no haberse posicionado al respecto. 

Aunque leyendo su programa electoral de 2016 (que lo tenéis en la red por si lo queréis fisgar), podemos hacernos una idea del palo del que van en tema prostitución.

El caso es que la opinión que tengo sobre este tema no va en consonancia prácticamente con ningún partido político (el único que quizás podía acercarse era Ciudadanos, el cual proponía un modelo regulacionista que, aunque no me termina de convencer, es una postura más cercana a la mía que la del resto de formaciones políticas).

Así que empiezo diciéndoos, queridas putas, que a los políticos les importáis UNA SOBERANA MIERDA.

Cuando hablan de vuestro trabajo, el 99% de las veces suele ser para prohibirlo y el 1% restante para ofrecer regulaciones que no terminan de resultar convincentes.

Y es que en este tema existe una distancia brutal entre la clase política y quienes realmente están en la calle ejerciendo este trabajo, para variar.

Si hay alguna lumi leyendo esto, le aconsejaría sinceramente que o se abstuviese de votar o votase en blanco.

¿Por qué?

Porque ninguno de los partidos políticos está escuchando realmente lo que piden las prostitutas.

¿Por qué cojones no hablan con las múltiples asociaciones de prostitutas que existen en el país? (Ojo, me refiero a todas, no solamente a las que les son políticamente afines).

¿Por qué cojones no buscan de una forma racional una solución al principal problema que tienen las prostitutas en este país, que son precisamente las trabas burocráticas que muchas de ellas sufren a la hora de ejercer su trabajo, así como la situación de marginalidad legal en la que se encuentran?

Porque su voto NO LES INTERESA.

Prefieren el voto de las cuatro señoras menopáusicas que no tienen ni puta idea del mundo de la prostitución pero que creen que saben solo por haber cursado una estúpida carrera de Sociología.

Principalmente porque muchas de esas señoras menopáusicas (vulgarmente conocidas como Charos) les son afines ideológica y políticamente.

Hacedme caso, la rama más tradicional de la izquierda española está petada de tipas gilipollas de avanzada edad que son muy de este calibre.

Ahí tienes a las Lidias Falcones o a las Lucías Etxebarrías de turno dando constantemente la murga con que si las prostitutas están más oprimidas que un negro en la Inglaterra del siglo XVIII, incluso cuando hay prostitutas que se levantan más de 3.000 euros al mes y hasta ELIGEN LOS CLIENTES.

Habéis leído bien, señores. Hay prostitutas que eligen a los putos clientes.

Esto es importante remarcarlo, porque abundan los cuñados que piensan que las prostitutas, independientemente de si son callejeras o de alto standing, se follan por obligación a tíos indeseables que las maltratan y abusan sexualmente de ellas.

Cuando en gran cantidad de casos, las prostitutas tienen derecho a rechazar a un cliente si lo perciben como conflictivo o peligroso.

Pero todos estos aspectos a nuestra clase política se la sudan por completo, como de costumbre, ya que ellos tienen sus ideologías y hojas de ruta particulares que no abandonarán por muchas evidencias en contra que se les aporten a sus consignas de mierda.

Otro aspecto que configura mucho la visión sobre la prostitución que suele tener la izquierda es el planteamiento, típico en sectores marxistas, de que para que algo sea considerado un trabajo, tiene que generar valor social, es decir, aportar un valor determinado a la sociedad.

Esto es una soberana gilipollez.

Sin entrar en el hecho evidente de que trabajo es una palabra polisémica con una gran multiplicidad de definiciones que incluso han variado a lo largo de la historia de la humanidad, dentro del diccionario de la RAE y para hablar de trabajo en un sentido económico, nos interesan especialmente las definiciones 2 y 6 de esta palabra, las cuales son las siguientes:

"2. Ocupación retribuida."

"6. Esfuerzo humano aplicado a la producción de riqueza, en contraposición a capital."

¿Qué tienen en común estas dos definiciones?

Exacto. En ambas se menciona LA GENERACIÓN DE CAPITAL como un elemento común.

Cuando nos referimos a que la prostitución es un trabajo, nos referimos a que es un trabajo de acuerdo con las definiciones 2 y 6 de la palabra.

Y efectivamente lo es, ya que: 

- Está retribuida, dado que las prostitutas la realizan a cambio de un beneficio económico, que varía dependiendo del tipo de prostitución que se esté ejerciendo.

- Se realiza una acción a cambio de la obtención de riqueza, en este caso, el sexo.

Respecto al segundo punto, soy consciente de que es al que más objeciones se va a presentar, ya que es el punto por el cual muchos, sobre todo dentro de sectores marxistas, no consideran a la prostitución como un trabajo más.

Y yo en plan: ¿en qué se diferencia objetivamente el trabajo sexual de cualquier otro trabajo físico? ¿Sois conscientes de que bajo la premisa de que prostituirse es vender tu cuerpo también estaríais diciendo que otros trabajos en los cuales el cuerpo se emplea también constituyen una venta del cuerpo?

En serio, ¿creéis que es más digno estar matando 8 horas diarias en una oficina haciendo albaranes, jugarte la vida en una guerra por los intereses de unos hijos de puta a los que ni siquiera conoces o limpiar culos de ancianos?

¿En base a qué? ¿A ese concepto abstracto del "valor social"?

Pues si nos ponemos así, podríamos decir que la prostitución es un trabajo que genera beneficios positivos a la sociedad, ya que funciona a modo de asistencia sexual a personas que de normal no podrían acceder al sexo debido a falta de cualidades para atraer al sexo opuesto (lo cual, he de decir, es un problema fundamentalmente masculino y que se da más de lo que a muchos de vosotros os gustaría pensar).

Pero además, es que dan datos totalmente sesgados.

Uno de los mitos más extendidos en el mundo abolicionista consiste en la idea de que el 80% de las mujeres que se dedican a la prostitución están obligadas o explotadas.

¿De dónde sacan el porcentaje? DE SUS COJONES MORENOS.

O mejor dicho, de sus ovarios morenos, ya que esta gilipollez se le ocurrió a la política laborista británica Fiona McTaggart, en base a estudios que en ningún momento concluían lo que ella ladraba.

Pero lo más gracioso es que, según el artículo de prensa que mires, la cifra varía. En algunos sitios es el  80, en otros el 90, y en otros incluso hasta el 95%.

Organizaciones supranacionales, cuerpos de policía, feministas institucionales e incluso periodistas que quieren ser considerados serios repiten como loros este dato cuyo origen desconocen.

En serio, os recomiendo mucho el canal de YouTube "Mundo Puti".

Vale, ya sé que el título os puede sonar un poco a coña jo jo jo.

Pero su autor, el trabajador sexual y neurocientífico Raj Redlich, es un tío que desmonta todos los mitos abolicionistas relacionados con la prostitución con una enorme pila de datos, estudios académicos y argumentos bien construidos.

Ya les gustaría a neomonjas del palo de Lucía Etxebarría estar a la altura de este tío.

De Redlich, cuyo canal os acabo de recomendar, os recomiendo enormemente el vídeo titulado "Desmontando el Abolicionismo: El mito del 80%".

Un vídeo ilustrativo y bien documentado, con decenas de referencias académicas que el propio autor deja en la descripción del vídeo para que los perezosos de turno adictos a la Nintendo Switch, las pajas a tempranas horas del día y al Mario Odyssey vayan a consultarlas.

Podéis estar o no de acuerdo con sus puntos de vista, pero el tío se lo curra y aporta muchísima información.

Una de las cosas que más me sorprendieron del vídeo fue que, mientras que los peces gordos de la Policía Nacional y la Guardia Civil repiten por activa y por pasiva el mito del 80%, sus propios informes no apuntan a esa conclusión.

Lo que sus propios informes vendrían a estimar es que la cifra de mujeres que ejercen la prostitución de forma forzada rondaría entre el 10 y el 20%.

Vamos, igualito al 80% que vocifera el abolicionismo jo jo jo.

Pero claro, como las cifras tampoco son concluyentes debido a que las metodologías de los diferentes estudios realizados en torno a esta cuestión también varían, muchos argumentan que la cifra del 80% es cierta porque no podemos demostrar lo contrario.

Y esto es una falacia ad ignorantiam como la copa de un pino.

La falacia ad ignorantiam es una falacia que consiste en afirmar que una proposición es cierta porque quien se opone a ella no puede demostrar que no lo es.

Y esto es una soberana gilipollez.

¿Por qué? Porque la validez de un argumento no depende de si tu oponente en un debate puede demostrar que tu argumento no es válido, sino de las evidencias que tú aportes para sustentarlo.

Es la misma falacia bajo la cual se da por válida la absurda cifra del 0'01% de denuncias falsas por violencia de género que se repite desde las instituciones y los medios afines a éstas, ya que como quienes nos oponemos a la fiabilidad de este dato no podemos demostrar con un número determinado la cantidad de denuncias falsas que existen en realidad, entonces la cifra del 0'01% tiene que ser cierta.

Y NO.

NO.

Repito: NO.

Tenemos que acostumbrarnos al hecho de que muchas veces en la vida, y más aún en temas científicos, nos vamos a encontrar con elementos que no pueden ser aún explicados, y que por tanto tienen a su alrededor una total incertidumbre.

La incertidumbre es parte de nuestra vida, al igual que también es parte del proceder de los científicos, ya que sirve como guía para poner en tela de juicio los actuales paradigmas científicos.

Thomas Kuhn denominaba a esto "anomalía".

En su libro La estructura de las revoluciones científicas (1962), Kuhn utilizaba el término "anomalía" para describir aquellos elementos que eran hallados por los científicos en sus investigaciones pero que no podían ser explicados por los paradigmas científicos actuales, lo cual hace que tales paradigmas tengan que ser puestos en tela de juicio en busca de nuevas explicaciones para fenómenos que no pueden ser cubiertos por los paradigmas científicos tradicionales.

Un ejemplo de "anomalía" lo podemos hallar en la gran cantidad de problemáticas masculinas que el feminismo ignora, dado que pueden poner en tela de juicio su relato de que las mujeres son el sexo oprimido y los hombres el sexo opresor.

Y esto último puede parecer una chorrada dicha de boca de cuatro feminazis extremistas, pero lo cierto es que incluso en el libro La mística de la feminidad (1963), de la feminista Betty Friedan, te puedes encontrar esta afirmación tan carente de fundamento.

Y vamos a ver, que han existido y existen roles de género que han asignado diferentes obligaciones y tareas a hombres y mujeres es un puto hecho fácilmente contrastable.

Lo que no está tan claro es que estos roles de género tengan su origen en una estructura patriarcal montada por los hombres con tal de oprimir a las mujeres y limitar su autonomía corporal y personal.

Más bien, pareciese que esta limitación de la autonomía femenina fue una consecuencia de la institucionalización de los roles de género y no su objetivo en sí mismo.

Pero, ¿por qué la teoría del heteropatriarcado opresor falocéntrico galáctico no es capaz de explicar problemáticas masculinas como el reclutamiento militar forzoso, la mayor prevalencia del suicidio en hombres, la obligación social del hombre de proveer en el matrimonio o el escaso apoyo que, incluso por parte del feminismo, sufren los activistas por los derechos de los hombres?

Pues porque las feministas que recurren a esta gilipollez intentan introducir esta explicación a martillazos, sin ser conscientes de que de esta manera estarían culpando a los propios hombres de la existencia de estas problemáticas (y en ocasiones incluso siéndolo, pero sudándoles el misifú).

Cuando la explicación es mucho más compleja, y quizás pasa por asumir que tal vez la existencia del varón en este mundo no ha sido tan idílica como algunos te quieren pintar.

Aparte del hecho de que negar la contribución femenina a la construcción de los roles de género es bastante ingenuo.

Lo cierto es que ha habido aspectos de la sociedad en los que ambos sexos hemos salido perjudicados de forma específica con respecto al otro sexo.

Competir por el rol de víctima es totalmente infantil y absurdo, y es algo que, si sois personas realmente maduras, tenéis que abandonar por completo.

Pero en serio, podría explicaros mejor todo esto en una entrada aparte, ya que tampoco quiero saturaros aquí con este tema. Simplemente quería que vieseis una de las limitaciones más evidentes de uno de los relatos más extendidos a día de hoy.

Pero volviendo al tema de la prostitución, me hace especial gracia ver cómo los políticos son totalmente hipócritas con este tema, especialmente los del PSOE, que son PRECISAMENTE ELLOS quienes han impulsado esta estúpida medida.

No sé si recordaréis el famoso Caso Faffe del PSOE andaluz, que tampoco se destapó hace mucho tiempo.

Si bien fue algo que no se aireó demasiado en los medios de comunicación, lo cierto es que el caso fue un escándalo. Y no es de extrañar.

Los dirigentes socialistas andaluces se fundieron un pastizal en dinero público que iba a ir destinado a políticas para paliar el desempleo en dicha región en pasar la noche en prostíbulos metiéndose cocaína.

Es decir, que el dinero que iba a ir para políticas contra el desempleo acabó gastado en una noche de lumis y drogas.

Pero como ocurre siempre en España cada vez que el PSOE protagoniza un caso de corrupción, a la peña se le suele olvidar o te lo suelen justificar de las maneras más variopintas.

En serio, sigue sorprendiéndome la capacidad que tiene el PSOE para justificar sus cagadas mediante su discurso.

Pero es este caso el que me hace cagarme en los muertos del PSOE cuando veo que son ELLOS MISMOS los que proponen abolir la prostitución.

Con la abolición de la prostitución, los sinvergüenzas que protagonizaron este lamentable episodio de la historia política española se quedarían sin posibilidad de recurrir a las señoritas de compañía en caso de no encontrar dónde meterla en caliente.

Pero estoy seguro de que alguna vía encontrarán para salvarse ellos.

Como siempre ocurre, haz lo que yo diga pero no lo que yo haga.

Y bueno, me he cansado de escribir, así que hasta aquí llega esta entrada.

Feliz politiqueo, cabrones.

miércoles, 28 de septiembre de 2022

Violencia política: ¿lacra o solución?

 VIOLENCIA POLÍTICA: ¿LACRA O SOLUCIÓN?


Hablemos de este tema porque me toca bastante los cojones.

Desde hace un tiempo hasta esta parte, estoy viendo numerosos comentarios, en especial en mi querida Españita, que justifican la violencia política con tal de conseguir objetivos políticos o ideológicos de lo más variopinto. La radicalización de las posturas respecto a esta cuestión nos coloca en un escenario de involución social y política del que no deberíamos sentirnos orgullosos.

Que si a los fachas hay que combatirlos, que si a los rojos hay que cazarlos, y demás parafernalia extremista que nos coloca en un peligroso punto de no retorno desde el momento en que dicho odio al diferente empieza a ser canalizado por las propias formaciones políticas.

Y es que no hay nada como el pensamiento racional para evitar caer en la defensa de estas gilipolleces.

Pero en esta entrada quiero ir más allá.

Quiero plantear seriamente un debate en torno a la eficacia de la violencia política basado especialmente en evidencias históricas tanto remotas como recientes, ya que de paso se puede analizar cómo ha evolucionado la resolución de conflictos sociales a lo largo de nuestra historia.

Perspectiva histórica de la violencia política

Para empezar a hablar de violencia política, necesitamos establecer una definición clara de violencia política.

Podemos estar de acuerdo en que se trata de una serie de procedimientos de carácter violento que se efectúan con tal de forzar la consecución de objetivos políticos que pueden ser tanto a nivel ejecutivo como a nivel judicial o legislativo.

Procedimientos que vendrían marcados por una ideología o una serie de propuestas que buscan ser impuestas frente a las del resto de actores políticos.

Vamos, una traducción más coloquial sería algo del rollo: "aquí mandan dos cosas: mi ideología política y mis peludos cojones. Y no sé cuál de ambas cosas mola más".

Pero yendo al meollo del asunto, la violencia política, puesta en perspectiva histórica, ha sido un medio de cambio político en multitud de escenarios.

Desde las revueltas de esclavos en la antigua Roma (siendo la más conocida la protagonizada por Espartaco en el año 73 a. C. y de la cual se ha hablado extensamente en el cine), hasta los golpes de Estado en el siglo XX y las revoluciones comunistas, la violencia política ha sido usada como método de cambio político. Hasta aquí puedo estar de acuerdo con los extremistas que la defienden como medio.

Pero mis discrepancias comienzan en el momento en que analizamos cuáles fueron las consecuencias posteriores de la aplicación de dicha violencia política.

Revolución francesa (1789-1799): dio paso a un régimen revolucionario de terror donde se persiguió a todo aquel que no estaba de acuerdo con los ideales de la Revolución francesa, llegando este clima de persecución a su punto álgido entre los años 1793 y 1794 durante el período dirigido por Robespierre conocido como el Terror, y no en vano, ya que más de 30.000 personas fueron asesinadas por este hijo de puta en el año que ocupó como líder de la Francia revolucionaria. El total de muertos de la Revolución francesa sobrepasó, además, el medio millón de muertos, pudiendo llegar hasta el millón según algunas estimaciones.

Levantamiento del 2 de mayo (1808): si bien este levantamiento dio paso al principio del fin de la ocupación francesa en España, lo cierto es que finalmente terminaría en tragedia, ya que si bien los liberales lograron avances durante varios años durante la Guerra de Independencia contra Francia, tal como una de las primeras Constituciones liberales de la historia (la Constitución de Cádiz de 1812), dichos avances serían frustrados a la llegada de Fernando VII en 1814, quien derogaría la Constitución de Cádiz en Valencia. Y el levantamiento no triunfó al instante, ya que posteriormente a dicho levantamiento una brutal represión por parte de los franceses causaría numerosas muertes entre los sublevados.

Pronunciamiento de Riego (1820): este levantamiento, dirigido por el coronel Rafael del Riego, logró subvertir temporalmente la deriva absolutista de Fernando VII y hasta lograría que Fernando VII jurase la mencionada Constitución de 1812, pero fue frustrado en el momento en que los Cien Mil Hijos de San Luis, un ejército enviado desde Francia para cubrir las espaldas de Fernando VII, entró en acción, siendo ejecutado finalmente el coronel Riego en 1823.

Revolución rusa (1917): esta revolución, que se produjo en un período de varios meses, desembocó, sí, en un cambio político consistente en el derrocamiento del régimen zarista, para ser modificado POR UN RÉGIMEN COMUNISTA. Si bien hay controversia sobre si considerar o no comunista la etapa entre 1918 y 1921 (pese a que se tiende a denominar "comunismo de guerra" a esta etapa), lo cierto es que podemos hablar de lo que ocurrió durante dicha etapa: se fundó la Checa (el antecedente directo de la policía política soviética), se ejecutó a decenas de miles de personas, muchas de ellas sin juicio previo, se produjeron hambrunas a lo largo de toda Rusia, y un largo etcétera.

Todo esto para dar paso a un régimen totalitario que, aunque se convirtió en potencia económica a escala mundial, se convirtió también en un represivo régimen que restringió de miles de formas diferentes la libertad de sus ciudadanos, en especial la libertad política e ideológica, de formas de lo más violentas y variopintas.

Y así fueron los años posteriores al evento con el que seguramente vuestros compañeros perroflautas de la facultad se hacen pajas antes de irse a dormir.

Más incluso que con sus propias novias jo jo jo.

Golpe de Estado de julio de 1936 (1936): Después del tortuoso período de polarización política y violencia que supuso la Segunda República (hasta el punto de que merecería toda una entrada aparte), llegaría un golpe de Estado tras las elecciones de 1936, las cuales ganó el Frente Popular y en las cuales se produjo un fraude electoral bastante cantoso (hay fotos de los números manipulados y todo, para que me entendáis). Dicho golpe de Estado fue encabezado por el general Francisco Franco (aunque en principio iba a ser encabezado por el general José Sanjurjo, pero ese mismo año falleció en un accidente de avión cuando iba a trasladarse a la zona sublevada para tomar el mando), y dicho golpe sería la guinda en el enorme pastel que se cocinó durante la Segunda República y que desembocaría en la Guerra Civil española (1936-1939), la cual, tras tres años de violencia sangrienta por parte de ambos bandos, terminó EN UNA DICTADURA que duró casi cuarenta años (nuestra querida dictadura franquista).

Es decir, no solo este golpe fue la gota que colmó el vaso para que la sangrienta Guerra Civil se produjese, sino que además fue el artífice de una puta dictadura que se cobraría miles de víctimas, pese a que a nivel económico lograron resultados bastante buenos durante su segunda etapa, que duró desde 1959 hasta 1975.

Por todo esto suelo decir que los subnormales que se posicionan en uno u otro bando solo porque su abuelo, bisabuelo o tatarabuelo pertenecía a tal bando o fue represaliado por el contrario son unos gilipollas sin identidad ni pensamiento propio, ya que moldean su ideología en base a eventos pasados de sus familias en los cuales ellos no participaron de ninguna manera, ya que ni siquiera habían nacido.

Este argumento suele ser un poderoso detector de imbéciles jo jo jo.

Y es que vamos a ver, pedazo de cuñado. El bando al que perteneciese tu bisabuelo durante la Guerra Civil me importa lo mismo que si te tiraste a la gorda de tu clase en tu fiesta de graduación de cuarto de Secundaria cuando llevabas cinco cubatas encima.

Es decir, que es un detalle totalmente irrelevante para la conversación y, ya que estamos, para mí.

Pero volviendo al tema, la Guerra Civil fue culpa tanto de unos como de otros y no contribuyó a crear un país mejor, sino una dictadura militar de la que miles de personas fueron víctimas.

Revolución cubana (1953-1959): los zurdetes amantes de los piojos en el cabello y del Che Guevara y a los cuales lo llevan en camisetas LGTBI (ignorando que este elemento tenía campos de concentración a los que llevaba a personas homosexuales), son amantes de este período histórico.

Pero, bromas aparte, es importante que entendamos el contexto en el cual sucedió.

Antes de 1959, Cuba se hallaba regida por una dictadura militar dirigida por Fulgencio Batista. En este contexto, el comunismo había ganado un gran apoyo en Cuba en los años 50, apoyo explicado sobre todo por el rechazo a la dictadura ya existente. En 1953, Fidel Castro crea el Movimiento 26 de Julio o M-26-7, una organización comunista destinada, en principio, a combatir la dictadura de Batista. La revolución comenzaría en julio de 1953, y continuaría de forma esporádica hasta que Batista fue derrocado el 31 de diciembre de 1958.

Si bien Fidel Castro dijo en principio que su movimiento no era comunista, lo cierto es que su lengua viperina le traicionaría en octubre de 1965, cuando fundó el Partido Comunista de Cuba.

Esto daría paso a una dictadura cuya represión se traduciría en miles de muertes y en una de las gestiones económicas más desastrosas de la historia, que acabaría empobreciendo hasta el hartazgo a la isla.

Me hace especial gracia cuando veo gilipollas a quienes el vello público apenas les ha empezado a crecer en sus partes nobles hablando maravillas de la sanidad de Cuba, ignorando que la parte del sistema sanitario cubano que ellos pueden ver es la que el régimen les muestra, es decir, la que emplean los peces gordos del partido y los turistas.

En serio, podéis buscar fotos del estado de los hospitales cubanos. Os vais a querer sacar los ojos de las órbitas.

Pero en serio, ¿ALGUIEN ME PUEDE DECIR QUÉ TUVO DE POSITIVA LA REVOLUCIÓN CUBANA? Le hago los deberes de la universidad durante un mes al pavo que consiga demostrarme que la Revolución Cubana tuvo aunque sea UNA SOLA cosa positiva.

Y por favor, no me vengáis con gilipolleces del rollo "HeZ KhE HeZhTaDoZ UnIDoZh PuSoH uN BloKheoH a KuBaH" porque son muy fáciles de desmentir (ya dedicaré una entrada a desmentir el absurdo mito del bloqueo estadounidense de Cuba).

Golpe de Estado de Pinochet (1973): Este golpe de Estado daría como resultado una transición violenta del régimen socialista de Salvador Allende a un sanguinario régimen dictatorial militar que se cobró centenares de miles de víctimas en los diecisiete años que duró.

Quienes tratáis de defender esto en base a que Chile "se libró del socialismo" tendríais que probar a mirar los pobres indicadores económicos de la era pinochetista.

Según los datos del Banco Mundial, si bien el PIB chileno con Allende era impresionantemente bajo, la subida que experimentó durante el pinochetismo no fue tan espectacular como los defensores del régimen pinochetista pretenden argumentar. Si miráis el gráfico, incluso experimentaría una caída considerable en los años 80.

Es que macho, al menos el franquismo era defendible en el apartado económico (al menos en su segunda etapa), pero es que el pinochetismo NI ESO, joder.

El régimen de Pinochet fue una de las peores mierdas que le pudieron ocurrir a Chile, y los datos lo demuestran.

Con lo cual, ¿de qué sirvió dar un golpe de Estado en 1973 y matar a miles de personas?

Ya os lo digo yo: NO SIRVIÓ DE UNA MIERDA.

Y podría poner más ejemplos, pero quiero abordar más perspectivas y la entrada se me haría demasiado larga.

Lo que podemos concluir es que la violencia política, desde una perspectiva histórica, no ha dado siempre buenos resultados.

Y ya si nos metemos a hablar de terrorismo, menos todavía. No creo que nadie pueda defender de forma objetiva que el terrorismo de ETA o de los GRAPO consiguió cosas positivas en la política española.

Pero, pasemos a hablar de las otras perspectivas desde las cuales podemos analizar el fenómeno de la violencia política.

Perspectiva moral de la violencia política

Pero, ¿podemos decir que es moralmente correcto el ejercicio de la violencia política?

La respuesta corta es un no rotundo. La respuesta larga es algo más compleja de explicar.

Cuando eres un niñato pajillero de 16 años sin capacidad de análisis que entra en contacto con un movimiento político fuertemente cohesionado donde puedes conocer a más chavales de tu edad, con tus mismas creencias y tus mismas convicciones, fácilmente tratas de cumplir con todos los tropos de la ideología de tu movimiento, aunque sea solamente para sentirte parte de algo.

Es algo natural y humano, pero también algo que debemos evitar por nuestro propio bien y por lo castrante que resulta en el ámbito intelectual.

No digo que os aisléis en una puta burbuja y os pongáis a odiar a todo el mundo, sino simplemente que seáis críticos con todo y no permitáis que ningún gilipollas magufo y populista os manipule.

Pero, ¿adónde quiero llegar con todo esto?

Pues al hecho de que la identificación profunda con un grupo favorece enormemente la utilización de la violencia política, ya que esa identificación profunda puede provocar que acabes empleando la fuerza y la violencia para defender los ideales de ese grupo con el que tan identificado te sientes.

Pero, ¿merece la pena?

NO. Rotundamente NO. En las democracias, al menos, la violencia política únicamente sirve para que os metan en la cárcel y os dejen el culo como un túnel de carretera cada vez que se os caiga la pastilla de jabón en la ducha.

En las democracias, las reformas se hacen, normalmente, de forma pacífica.

En el momento en que la violencia política comienza a formar parte de la hoja de ruta de las formaciones y movimientos políticos del país, las democracias empiezan a tambalearse, ya que si los movimientos políticos son capaces de usar la violencia contra quienes no piensan como ellos ANTES de entrar en política, imaginad lo que pueden hacer cuando entren en política y empiecen a influir en las políticas de gobierno.

La violencia SIEMPRE ha de ser el último recurso, en caso de que todas las alternativas anteriores hayan fallado o en caso de que el gobierno sea represivo y dictatorial (curiosamente, aquí se dan casos de violencia política que sí que resultó efectiva, tales como los asesinatos de Mussolini en Italia y de Ceaucescu en Rumanía).

Por tanto, los que defendéis el vandalismo generalizado que caracteriza a ciertos movimientos especialmente de ultraizquierda en España estáis contribuyendo a la polarización política del país, y sinceramente dais puto asco, ya que sois parte de uno de los grandes problemas que tiene nuestro país actualmente.

Por tanto, podemos concluir que la violencia política solo es moralmente correcta cuando el gobierno nos aprieta demasiado los huevos y ninguna de nuestras anteriores alternativas funciona. Pero NUNCA es correcta como medio estándar de protesta política.

No confundáis oponeros al sistema político (lo cual es muy loable por vuestra parte) con hacer el gilipollas en las calles, por favor.

Probablemente todos los barrenderos, policías y médicos de vuestras respectivas ciudades os lo agradecerán.

Perspectiva sociológica de la violencia política

La violencia política, como fenómeno, también podría ser analizada desde un punto de vista sociológico, ya sea a modo de protesta por parte de grupos socialmente marginados o por parte de grupos que, desde un punto de vista demográfico, creen que ésta supone una buena alternativa a la democracia.

Desde esta perspectiva sociológica podemos comprender, por ejemplo, por qué Espartaco inició su rebelión de esclavos en el año 73 a. C. La esclavitud en Roma era increíblemente dura. Vosotros pensad que era a los esclavos a quienes se obligaba a luchar a muerte en coliseos romanos para el entretenimiento del público. Los esclavos romanos estaban hasta la polla de su situación, de ser utilizados como carnaza para el entretenimiento de las masas.

¿Por qué este evento de violencia política puede ser analizado desde un punto de vista sociológico?

Porque tiene que ver con la jerarquía social de la sociedad romana. Se trata de la clase más baja de la sociedad rebelándose contra el Estado que los mantiene en esa sumisión constante.

¿Y qué quiero decir con esto?

Que muchas protestas relacionadas con la violencia política tienen su origen en conflictos entre diferentes estratos sociales.

Con esto NO quiero decir que este motivo sea el único para las protestas históricas que conllevan violencia política. Marx se equivocaba profundamente al decir que la lucha de clases es el motor de la historia. En la historia las cosas NUNCA ocurren por un único motivo. A menudo concurren varios motivos que impulsan cualquier conflicto social o político.

De verdad, quitaos de la cabeza esa gilipollez de los buenos y los malos en la historia de la humanidad porque ya no tenéis 15 años.

Al menos, espero que no los tengáis y, que si los tenéis, intentéis conformar una mentalidad lo más racional posible. La política es de los peores espacios imaginables para dejarse llevar por las emociones.

Cuando os digo que la violencia política puede explicarse desde una perspectiva sociológica, me refiero a que HAY CASOS donde el origen de ésta tiene raíces sociológicas, que a menudo tienen que ver con un tambaleo de las estructuras sociales de una determinada sociedad, sobre todo en épocas pasadas, donde las estructuras sociales estaban claras y las clases sociales muy diferenciadas.

Luego ya nos podríamos poner a debatir sobre hasta qué punto existen las clases y las estructuras, que parece fácil delimitarlo pero no lo es ni de coña.

Y bueno, hasta aquí la entrada, que me he cansado de escribir y mañana tengo clase.

Feliz politiqueo, cabrones.

lunes, 26 de septiembre de 2022

El sinsentido de la política actual

 

EL SINSENTIDO DE LA POLÍTICA ACTUAL


No malinterpretéis el título de esta entrada. La política siempre ha sido un espacio donde los juegos sucios, las puñaladas traperas, los intereses enfrentados que acaban en la disolución de agrupaciones políticas de toda clase, los intereses políticos se anteponen a la seguridad ciudadana y los trepas gilipollas que aprovechan la mínima para largar a los jefes de agrupación de una patada en el culo, pese a que ellos mismos son tan inútiles que poseen sus actuales cargos por enchufe de dichos jefes, campaban a sus anchas.

Lo que ocurre es que antes, al menos, trataban de transmitir una imagen de seriedad de cara al público, pese a que de puertas para dentro esa seriedad brillase por su ausencia. Ahora NI DE PUTA COÑA. Ahora mismo, la política, ya no solo a nivel español sino a nivel mundial, es todo un circo allá donde miréis. Políticos que incumplen sus programas electorales de forma constante y reiterada sin que haya la más mínima crítica por parte de sus votantes más acérrimos, espectáculos circenses en las cámaras legislativas (como las salidas de tono de Pedro Sánchez o aquella infame transmisión en directo donde un diputado argentino en plena sesión se puso a besar las mamellas de su mujer como si el Congreso fuese una puta habitación de hotel), o incluso guerras en las cuales el presidente de turno pide exclusivamente armas (caso de Volodímir Zelenski en Ucrania) para seguir echando sal a la herida.

En serio, los episodios de Zelenski pidiendo armas a la comunidad internacional son aún más lamentables que los típicos babosos que pierden su tiempo esperando que una pava en Twitch cuyo mayor mérito es tener unas tetas más grandes que la catedral de Notre Dame y saber marcarlas bien ante una cámara les dedique cinco segundos de transmisión jo jo jo.

Incluso son capaces de matar su tiempo viéndolas dormir plácidamente jo jo jo.

Pero, volviendo al tema en cuestión, los políticos actuales son gilipollas. O son mala gente o son gilipollas, o tal vez un poco de ambas cosas. Estas actitudes suyas nos hacen preguntarnos: ¿para qué sirve la política actualmente?

No me malinterpretéis. Pienso que la política es necesaria en todas las sociedades, ya que ésta surge de las propias relaciones entre seres humanos que conviven en una misma sociedad y ésta como concepto no se encuentra representada por quienes la ejercen, que serían los actores políticos. Los que han convertido a la forma actual de hacer política en un sinsentido han sido los propios actores políticos que dirigen nuestro mundo actualmente.

Pero, ¿por qué sucede esto?

Se me ocurren dos motivos fundamentales.

El primero de todos ellos es la falta de cultura política de la gente en nuestra sociedad. Tenemos que entender que en el mundo occidental la inmensa mayoría de los regímenes políticos son democracias. Esto implica que los ciudadanos, aunque no tengan un control absoluto sobre la acción de los políticos, pueden decidir el devenir de la política mediante el voto. Con lo cual, tienen cierta responsabilidad sobre los representantes políticos a los cuales eligen. 

Incluso en las democracias representativas donde la distancia entre ciudadano y político es mayor esto es así, y lo sabéis.

El segundo es que los partidos políticos, y por tanto los políticos que los conforman guían sus programas por la ideología y no por el pragmatismo. No existe pragmatismo en la clase política y eso tiende a desencadenar auténticas desgracias y chapuzas.

Para poneros un ejemplo, el hecho de que un partido político rechace una propuesta o serie de propuestas por no adecuarse a su ideología, aunque tengan una mayor efectividad que las que ellos defienden, es más frecuente de lo que pensáis.

Con VOX pasa constantemente. Solo hay que ver las reacciones furibundas de los diputados de la bancada izquierdista cuando se habla de derogar la Ley Integral de Violencia de Género. Es más, por muchas diferencias que pueda tener con la formación verde, este precisamente me parece uno de los puntos más loables de su programa.

Es más, el resto de partidos políticos, especialmente los del centroderecha que apoyan estas leyes de forma tácita, me parecen bastante cobardes cuando se trata este tema.

No son capaces de reconocer que una ley que discrimina a la mitad de la población española (algún día escribiré una entrada para extenderme en este punto) es una puta mierda de ley que debería de estar más superada que la Edad de Piedra.

Pero no, algunos partidos hasta parecen hacerse pajas con esta basura de ley que, aparte de modificar el Código Penal tendenciosamente para que las penas hacia los hombres por delitos de maltrato sean superiores a las de las mujeres y de establecer una inmensa red de ayudas y beneficios legales para mujeres maltratadas de la cual las víctimas masculinas no se podrán beneficiar, así como de establecer como causa única de la violencia de hombres hacia mujeres en el ámbito de la pareja al machismo, descartando de pleno otras posibles causas, no ha conseguido NINGUNA PUTA DISMINUCIÓN DE LOS ASESINATOS DE MUJERES.

En serio, si miráis la media de mujeres que resultaban asesinadas entre 1999 y 2004 por sus parejas o exparejas en España y la media de mujeres que resultaban asesinadas de 2004 en adelante, veréis que en el primer caso la cifra media es de 60, mientras que en el segundo caso la cifra es de... ¡59!

A todo esto, yo me pregunto:

PEDAZO DE GILIPOLLAS CON DISMINUCIÓN DE MASA CEREBRAL, ¿CÓMO COJONES PUEDES SOSTENER EN TU CABEZA LA IDEA DE PROTEGER A LAS MUJERES Y AL MISMO TIEMPO MANTENER UNA LEY INEFICIENTE QUE, APARTE DE DISCRIMINAR A LOS HOMBRES, HA DEMOSTRADO EMPÍRICAMENTE NO FUNCIONAR PARA DISMINUIR LA TASA DE MUJERES ASESINADAS? ¿ERES TONTO O PEINAS CALVOS?

Lo siento por las formas, pero esto es Política Enfurecida. Aquí las cosas se dicen bien claras. Quienes entréis aquí tenéis que entrar sabiendo que vais a encontrar muchos tacos, malas palabras, humor negro y críticas hacia TODOS los partidos políticos.

Esto último lo digo para que no me vengáis llorando a los comentarios porque me he metido con vuestro partido político favorito. Aunque, siendo sinceros, sé que lo haréis igualmente. Pero hago esto porque, como dice el dicho, quien avisa no es traidor.

Pero, volviendo al tema en cuestión, se me hace impresionante cómo los políticos anteponen la ideología al pragmatismo.

Para poneros otro ejemplo, en economía tanto izquierdas como derechas suelen tener sus propuestas bien definidas. Mientras que la izquierda suele tirar más por medidas económicas destinadas a aumentar la presencia del sector público, la derecha tiende a hacer lo propio con el sector privado.

Aunque ojo, esto no es algo absoluto. Podéis encontrar partidos conservadores bastante estatistas en lo económico. Así como partidos conservadores que apoyen un proteccionismo impulsado por el Estado para fomentar el producto nacional.

El caso es que es frecuente que izquierdas y derechas se acusen mutuamente en este apartado de querer matar de hambre a la población. Mientras que la derecha tiende a argumentar que las medidas económicas de la izquierda tienden a causar ruina económica a largo plazo (y no sin motivos, a mi parecer), la izquierda acusa a la derecha de no preocuparse por los trabajadores y de mirar únicamente por las empresas.

Aquí he de decir que estoy en un punto intermedio.

Me explico. Si bien es cierto que los poderes privados pueden ser abusivos si no existe cierto control sobre ellos (prueba de ello es que los mayores crímenes contra la humanidad por parte de empresas se dan en Estados o regiones del mundo con escasas regulaciones laborales), lo cierto es que si no existe un sector privado, gran parte del mercado laboral se resquebraja.

¿Y por qué digo esto? Porque en caso de no existir el sector privado, los trabajadores tendrían sí o sí que trabajar para el Estado, lo cual convertiría al funcionariado en la única alternativa laboral posible.

Por tanto, el sector privado es necesario para lograr un equilibrio entre el funcionariado y el resto de profesiones que no necesariamente necesitan estar administradas por el Estado para funcionar (como puede ser el caso de la administración de empresas o de las compañías tecnológicas o científicas, por ejemplo).

En resumen: necesitas de un cierto equilibrio entre Estado y empresas privadas para que la economía nacional funcione. Resulta mucho más productivo ofrecer incentivos al sector privado para quedarse en el país que amenazar a las empresas que quieran llevarse la sede a otro país, ya que de esta manera únicamente agilizas su deslocalización (en caso de tratarse de multinacionales de gran envergadura que se lo puedan permitir).

Sin embargo, ahí tienes a los típicos políticos que han cosechado una suculenta trayectoria a base de fumar porros en la universidad y tomarse demasiado en serio al barbudo alemán comunista diciéndote que lo mejor es expropiar y subir los impuestos a los ricos y bla bla bla.

Cuando la realidad es que las expropiaciones solo resultan efectivas si el Estado realiza algo productivo con la empresa expropiada después de tal expropiación. Es decir, que trate de afectar su producción lo menos posible y, a ser posible, incentivarla.

Para que me entendáis, Hugo Chávez en Venezuela hizo justamente lo contrario (dejar totalmente abandonadas las compañías que expropió), y el desastre fue mayúsculo.

Además, el muy gilipollas hizo a Venezuela totalmente dependiente del petróleo, a diferencia de Noruega que, si bien empezó a crecer gracias a los yacimientos de petróleo que descubrieron en el Mar del Norte, también fomentaron el desarrollo de su industria, lo que les permitió un crecimiento que les ha hecho llegar a ser uno de los países con mayor calidad de vida del mundo actual.

Pero en fin, dejemos de hablar de Hugo Chávez, que es el tipo de político que más tambalea mis creencias democráticas y pacíficas por motivos que no revelaré, a riesgo de ser censurado.

Respecto a los impuestos a las grandes fortunas, está claro que son una absoluta gilipollez.

Los ricos tienen sus formas de ahorrarse la mayor cantidad de dinero posible, ya que suelen tener equipos de asesores legales que les recomiendan salvoconductos para pagar lo menos posible en impuestos dentro de los cauces legales.

Aparte, nadie tiene derecho a sablearte de forma específica por el hecho de tener una fortuna superior a la del grueso de la población. Cada vez que la redistribución de la riqueza ha sido puesta en práctica, los resultados han sido desastrosos, ya que los comerciantes y empresarios no tenían los incentivos económicos necesarios para producir (como se documentó que ocurría en la URSS).

Por no decir que en España ya pagamos suficientes impuestos. Tenemos más de 30 tipos impositivos distintos, y la cifra varía dependiendo de la Comunidad Autónoma (lo cual también crea una desigualdad fiscal entre diferentes zonas de la geografía nacional que acaban yendo en detrimento del crecimiento económico general).

Y yo os pregunto a los que pensáis así: ¿de verdad pensáis que subir impuestos va a funcionaros siempre como solución a los problemas de recaudación?

Una mayor recaudación se obtiene no únicamente mediante los impuestos, sino que también puede obtenerse mediante un uso responsable del erario público y la generación de ingresos que repercutan a la economía nacional.

Dependiendo de la hostelería y el turismo como principales fuentes de ingresos económicos estamos lejos de impulsar de forma efectiva la economía nacional.

Más bien nos convierte en el bar de birras de Europa.

Esto ha sido una consecuencia de las reformas industriales que aplicó Felipe González en España durante la década de los 80 para que nuestro país pudiese entrar en la Unión Europea.

¿Y en qué consistieron tales reformas?

Tales reformas consistieron, sobre todo, en la retirada de buena parte de la industria pesada en España. Industria que estaba generando unos buenos niveles de ingresos, ya que hasta el momento España se mantenía entre las primeras economías del mundo (aunque tampoco debemos obviar la ayuda recibida por parte de Estados Unidos a partir de la década de 1950).

El caso es que estas reformas nos harían depender progresivamente del turismo y la hostelería, lo que nos pasaría factura durante la pandemia, ya que estos dos sectores se desplomaron al aplicarse las tan conocidas restricciones, especialmente durante el confinamiento.

Asimismo, también podríamos hablar del desastre que supusieron las cumbres climáticas en las que pudimos ver políticos contaminando más que cualquier ciudadano promedio (incluyendo al inútil de nuestro presidente Sanchinflas).

En serio, es como si yo hiciese anuncios constantes promoviendo una dieta sana y equilibrada mientras me alimento a base de comida basura del McDonald's y bollería industrial repleta de mierdas químicas que podrían matar a un elefante en cuestión de segundos.

Más rápido incluso que nuestro rey emérito Juan Carlos I jo jo jo.

Son estos ejemplos y tantos otros los que me hacen pensar que la política actualmente no es más que un puto espectáculo para gente con deficiencias neuronales. 

En próximas entradas os hablaré de nuevos ejemplos de este circo político en el cual tenemos la desgracia de estar inmersos.

Mientras tanto, conformaos con esta primera entrada introductoria en los contenidos de este blog.

Feliz politiqueo, cabrones.

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